
Puppy, el perro guardián del Museo Guggenheim
Puppy es el encargado de vigilar el Museo Guggenheim. Debido a las dimensiones del Guggenheim, tanto a nivel arquitectónico como a su belleza visual, el destinado a protegerlo tenía que estar a la altura. El encargado de construirla fué el americano Jeff Koons, que realizó una reproducción floral de un perro de raza West Highland Terrier de casi 13 metros de altura. Su base ha sido realizada en madera que, con ayuda de una estructura de acero inoxidable, dan forma a la figura. Esta estructura se recubre por un pelaje vegetal compuesto por begonias, geranios y petunias, que son reemplazados dos veces al año y que usan un sofisticado sistema de riego interno. Todo esto hace que el peso total de Puppy llegue a las 15 toneladas.
Lo que muy poca gente sabe es que Puppy tiene un hermanito «pequeño», de tan solo 11 metros. Un Fox Terrier que estuvo en Berlín y que se desmontó cuando las flores comenzaron a marchitarse. De hecho, Puppy solo iba a estar temporalmente en Bilbao, frente al Guggenheim, e iba a ser trasladado a Sidney en el año 2000 con motivo de los Juegos Olímpicos. Tanto fué el cariño de los bilbainos por Puppy que convirtieron a Bilbao en su residencia permanente.Corre la broma de que lo realmente importante es el perrito Puppy y que el Guggenheim no es más que su caseta.
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